miércoles, enero 25, 2006

extraña ciudad





Me sumerjo en la oscuridad, gateo por los callejones que se desdibujan en esta extraña ciudad. Me pierdo, no se donde estoy, lo último que recuerdo es haberme despertado a los pies de una estatua, dentro de un curioso palacio de cristal, transparente dejando pasar cada uno de los rayos del sol por sus paredes. Se parecía a los sueños, esos sueños que se tienen en la infancia, creyendo en princesas, ángeles , dragones y demás fantasía, que invitan a volar...
Tras levantarme, salí de allí . Estaba en un hermoso parque lleno de enormes árboles, fuentes y demás adornos. Pero a pesar de su belleza, no había nadie se encontraba vacío, me deslice por todos los rincones, y nada, no había ni rastro de seres humanos. Me extrañó, y decidí salir de aquel recinto. Paseé durante largas horas por la ciudad y nada, no vi a nadie. Estaba asustada, no era lógico que en una ciudad tan grande y tan hermosa, llena de civilización, no habitara gente. Tenía hambre, pero estaba todo cerrado, no sabía que hacer. Así que me recosté en un banco cercano para descansar. Y sin darme cuenta me quede dormida.
Cuando desperté estaba anocheciendo, noté algo raro en el ambiente. Había muchísimas manchas oscuras sobre el suelo, y cuanto más se alejaba la luz del sol, parecía que estas manchas se despegaran del suelo. De repente, ya era de noche, y para mi sorpresa, esas oscuras manchas, se convirtieron en personas. Pero con un comportamiento muy extraño. Parecían recelar de todo, vestían harapos, y tenían algo inquietante en la mirada....
Pensé que no era buena idea estar a la vista de todos ellos, y me refugie en un callejón, donde me encuentro ahora mismo.
¿qué hago aquí?¿quién me ha traído?¿qué es este lugar? A lo mejor si vuelvo al palacio cristalino donde aparecí encuentro alguna pista. Una vez aquí, está todo muy silencioso, solo alcanzó a oír los gritos y lamentos de esas especie de sombras. Un momento, allí hay algo que brilla de un modo especial. Es una fuente, pero...el agua que arroja es sangre!!y parece fresca...no sé que me pasa, algo me está impulsando a beberla, yo no quiero, me resisto, aunque finalmente bebo de ella. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo, y caigo fulminada al suelo.
Cuando despierto, es de día, estoy en la misma ciudad. Ahora está todo el mundo reunido en las calles. Tienen el miedo en los ojos. No sé que está pasando, le preguntó a una mujer que abraza a su niña. Me cuenta que una misteriosa profecía presagiaba que ese día , a las 12:00 del mediodía se produciría un eclipse de sol, que haría aflorar todo el mal del corazón de las personas y sumergiría su vida en la más profunda oscuridad, y que inmediatamente después de esto, sólo el sacrificio de un corazón bueno podría salvarlos a todos. Aunque la mayoría se declararan escépticos, en los último días habían ocurrido terribles sucesos que hacían creer en esta profecía. De repente la mujer me mira de forma alterada, me increpa que visto de manera muy extraña, como futurista y tengo un aspecto poco común. Yo intento defenderme, pero sin darme cuenta en un par de segundos la multitud allí congregada ya ha hecho su veredicto, ¡oh no¡ todos creen que yo soy el alma buena que con su sacrificio les salvará.
No puedo articular palabra. ¿qué van hacer conmigo? El sol comienza a oscurecerse, tapado por la luna. El nerviosismo flota en el ambiente. Hay tal silencio que se puede oír el apresurado latir de sus corazones. Y yo aquí frente a todos. El eclipse está apunto de consumarse. Siento frío. De repente hace mucho aire. Una ventisca se aproxima. Estoy tumbada y atada en una superficie de mármol a modo de mesa. En unos segundos observo como un tornado destruye todo. Pero cuando amaina, no lo puedo creer la gente sigue allí, inmóvil, aunque con algo raro en la mirada...tienen los ojos rojos! como bañados en sangre y sus ropas están destrozadas. Todos se dirigen hacía mí, sus gritos inundan mis oídos. Me ponen una venda en los ojos. No veo nada! Siento un terrible pinchado en el corazón, algo líquido me chorrea por el costado. No puedo creerlo me están acuchillando...siento como todo se desvanece y pierdo el conocimiento.
Vuelvo a despertar, me incorporó sigo en el mismo sitio de antes, y todo está igual, la gente tiene esa mirada en los ojos, la oscuridad se ha instalado en el cielo y la ciudad tiene desagradable olor, no ha cambiado nada.....¿pero?, si yo era el alma buena que con mi sacrificio iba a salvarlos..¿qué ha pasado?ya lo entiendo, resulta que soy tan mala como todos ellos, no han sido capaces de encontrar un corazón puro en este lugar, porque no lo hay.
Desde entonces se cumplió la profecía, cuando amanece nos convertimos en manchas oscuras unidas al suelo pero por las noches cuando sale la luna y y la luz está ausente, nosotros habitamos esta ciudad, nos alimentamos bebiendo la sangre que fluye de las fuentes. Vamos de un sitio para otro sin más, porque no tenemos conciencia, nos han vaciado el alma.